jueves, 5 de mayo de 2016

La tergiversación de la historia


Por María Cecilia Villegas

Y es que aquí no importan las instituciones per se, sino cómo y a quién se le aplican

Existe en la memoria colectiva del Perú una tergiversación de la historia reciente. El terrorismo ha pasado a llamarse conflicto armado interno. Belaunde es considerado uno de los mejores presidentes. Fujimori habría sido un asesino que ni derrotó a Sendero ni hizo las reformas que han permitido el crecimiento económico y la caída de la pobreza de los últimos 25 años. Pedro Huilca habría sido asesinado por el Grupo Colina. Y el Programa de Salud Reproductiva y Planificación Familiar (PSRPF) habría realizado 300,000 esterilizaciones forzadas. Nada de eso es cierto, y muchos de quienes lo propalan lo saben.

En Cinco esquinas, Mario Vargas Llosa mezcla tiempos y hechos, identificando la corrupción del montesinismo con la violencia desatada por el terrorismo, a pesar de que ocurrieron con años de distancia.

En el Informe Final de la CVR, Fujimori es responsable de delitos de lesa humanidad, mas no de la captura de Abimael. Y Belaunde y García, quienes gobernaron en los años donde más violaciones a los derechos humanos hubo, solo responsables políticos. 

El segundo gobierno de Belaunde fue en el mejor de los casos mediocre. Se violaron derechos humanos en cantidades y la corrupción de funcionarios fue harto conocida. Además, su gobierno se caracterizó por la concentración de poder, teniendo mayoría en las dos cámaras (algo inaceptable en caso Keiko gane las elecciones): 98 de 180 diputados y 28 de 60 senadores. Ello sin contar a los del PPC, con quienes cogobernó. Y es que aquí no importan las instituciones per se, sino cómo y a quién se le aplican.

La muerte de Pedro Huilca fue reconocida por Sendero, y contra su memoria, la viuda y las hijas cambiaron su versión y cobraron una cuantiosa indemnización al Estado Peruano gracias a Diego García Sayán.

El PSRPF (1996-2000) buscó que las mujeres pobres pudiesen acceder gratis a los servicios de salud, beneficiando a 850,000 familias al año. Proveyó de todos los métodos anticonceptivos disponibles. En 1997, el 13% de usuarias eligió una AQV (ligadura), 33.6% Depo-Provera, 20% píldora, 16% DIU y 12% condones. ¡El 87% de los beneficiarios eligió una opción distinta a la AQV! La Defensoría de Pueblo documentó solo 150 casos de esterilizaciones sin consentimiento (sancionables sin duda), es decir, el 0.06% del total de AQV.

Colofón: Diego García Sayán, desesperado por un ministerio, niega que en los 90 se sentaron las bases del crecimiento de los años 2000, década en la que además nos beneficiamos de un entorno internacional envidiable.